Para mi gran amolcín, mi maricari, mi ayudante en fechorías y mi arcón de secretos, mi oído y mi consejera principal...

Esta entrada va dedicada para una de las personas más importante en mi pequeña y cutre vida, pero que gracias a alguien como ELLA hace que cada día se mejore más y más.

Te lo quería hacer en tu cumpleaños, pero como ayer me pediste algo, pues a parte del estado te dedico esto, no es tampoco mucho pero es más que otra cosa.




                                                 Para que volverte a repetir lo que ya sabes; lo mucho que te quiero; lo bien que me lo he pasado contigo, y espero pasármelo, las tantísimas veces que hemos reido juntas por esas gilipolleces sin sentido, esos secretos, esas veces estresantes que me has tenido que aguantar cuando no me aguantaba ni yo...

Me has enseñado que a las verdaderas amigas no hace falta verlas, hablar o escucharlas todos los días, sólo hace falta saber que siguen ahí, estén dónde estén, y cuándo las necesites ahí estarán sin necesidad de buscarlas.

Pero, ¿sábes lo mejor de todo?

Qué lo que más me alegra es tener a una persona en la que se de verdad que puedo confiar, una persona que siempre que me ve regular está siempre preguntándome si me pasa algo, una persona que está siempre ahí para ayudarme dónde, cuándo y cómo la necesite, esté dónde esté.

 Esto, aparte de una dedicatoria, es una agradecimiento, uno más de los muchos que te he dado y te daré sin cansarme, porque alguien como tú vale más de lo que cualquiera pudiera darle.

¡TE QUIERO!