Seguidores
miércoles, 12 de diciembre de 2012
''Cuadernos sobre Vico''
Los tiempos están cambiando. Nada nuevo, pues siempre se hallan
cambiando. Sólo sucede que, a veces, no nos percatamos; y otras veces,
simplemente, los hombres y las instituciones se dejan llevar por un
inexplicable conformismo de la aceleración; tal vez novismo, o sencillamente el cacareado ‘signo de los tiempos’. Llega un momento en la vida en que el tiempo nos alcanza, en que –parafraseando a Cernuda– nos vemos sujetos al tiempo y obligados a contar con él.
Como a los hombres, también a las instituciones les afecta la
aceleración, especialmente cuando se trata de su ritmo de producción y
de sus proyectos de acción, pero también cuando se trata de comprender
la hermosura de su presencia o el intemporal álveo donde germinan las
ideas. Los molinos de los dioses muelen despacio, reza el proverbio clásico. Nada se ha hecho de repente, esgrimía sentenciando Vico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario