Seguidores

jueves, 23 de enero de 2014

Planes

Nunca nos hemos fijado la cantidad de tiempo que se pierde hasta que te das cuenta de que ya no tienes tiempo. La mayor parte de ese tiempo lo pasamos pensando en qué aprovecharemos ese tiempo en un futuro, cercano o lejano. Pensamos en qué haré de comer, qué veré en la tele, qué libro leeré, qué tengo que decirle a mi amigo o qué me pondré mañana. Es posible que opines que planear las cosas no está mal, que gracias a eso sabes qué hacer en cada momento, posiblemente creas que es una locura no saber que harás a la hora siguiente. Es realmente malo sentirte indefenso por no saber qué hacer en cada momento, y ahí es cuando surge nuestro carácter innato, las cosas que hacemos o decimos sin pensarlo, de las que después quizá estés arrepintiéndote bastante tiempo. Pero a veces te das cuenta de que las mejores cosas de la vida son las que surgen sin buscarlas, de pronto, de un momento a otro, en las que no te de tiempo de pensar, sólo de reaccionar. Esas son las cosas que de verdad hay que disfrutar, ya que lo más seguro es que no se repitan nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario