Hay veces en las que crees que te acompaña un golpe de mala suerte.
Pero nunca te paras a pensar que puede que gracias a esa mala suerte luego te venga la buena.
A lo mejor deberías aprovechar más lo que tienes y no añorar sueños incompletos.
No es dejar de desear es no deperdiciar.
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